CUESTIONARIO de
Alejandro Schmidt a Hugo Toscadaray
1 - ¿Qué
objetos te acompañaron toda tu vida?
El cuerpo.
el que veo y el que intuyo. Alzar la copa de vino y observar en la
otra mano, la quieta, cierto temblor, las venas rugosas. Sentir el
trago que ingresa y la saliva, tras el trago. Los pies en el frío y
no viceversa. La voz que habla sola, la verdadera voz. Una gota de
sangre en el lavabo. También el cuerpo intangible. El otro cuerpo.
ese que recuerda, piensa, siente y vuelve a recordar,
indefinidamente.
2 - ¿Sentís
presencias, voces, músicas del trasmundo?
Hay épocas
en las que ciertas percepciones son de una nitidez estremecedora.
Pero nunca las alcanzo al escribirlas. Es infructuoso. Nunca las
alcanzo. Y se demoran entre un salto y otro. Igual las espero cada
día. Estoy alerta. Las más de las veces, en vano.
3 - ¿Qué
pensás de la rosa, los anillos, el mar y los tatuajes?
Que son
palabras, artefactos, trucos para levantar o derribar el poema.
4 - ¿Cuál es
tu superstición?
Ir de noche
a caminar a orillas del río Areco, como antes al Río de la Plata y
esperar que algo suceda. Que las aguas (no esas que miro, sino las
que siento correr dentro, que son todas las aguas) me den aunque sea
una palabra, un indicio, una ráfaga de algo que todavía en mi no se
ha manifestado.
5 - ¿En qué
parte del cuerpo, el aire o el paisaje sentís la poesía?
Soy
dionisiaco y la poesía está en todo el cuerpo y en aquellas cosas
que al cuerpo deleitan. Pero al mismo tiempo soy Minotauro y la
poesía está en otro territorio, uno impreciso. Todo está adentro y
todo está afuera, como en las Tablas de Esmeralda de Trismegisto.
Viajo entre el arriba y el abajo, sin descanso. Busco por la pasión
de buscar, yendo y regresando, una y otra vez, pero en realidad, sin
moverme. La poesía se mueve por mí.
6 - ¿Escribís
mientras escribís, o antes, o después?
Creo que
siempre es antes. En mi caso, al menos. Creo que es mi niño el
capacitado para algún tipo de hallazgo, por llamarlo de algún modo.
Las tareas de reproducir, primero y corregir, después las hace el
adulto. Es el que sabe o –mejor dicho- el que supone que sabe. Pero
antes de dar estos pasos, el niño ya hizo todo lo que importa en
verdad. Lo único que importa.
7 - ¿Qué
autores no releerías?
No pienso en
cuáles no releería porque ya están incorporados y forman parte de
las influencias, esas que sirven para saber qué es lo que no quiero.
Prefiero pensar en autores que me hubiera gustado descubrir antes de
los 20 años, como Celan o Elytis, por nombrar algunos y mucho mas
aún, pensar en aquellos poetas que no conozco todavía.
8 - ¿De los
poetas que conociste cuál, cuales te parecieron que unían su vida a
sus palabras?
De los
muchos que me ha tocado conocer, en referencia directa a la pregunta,
me impactó Gelman. Con Eugenio Mandrini me une una amistad
principal, diría, pero quizá también sea por esta coherencia que
lo amo. Seguramente hay mas, que ahora no recuerdo. No lo conocí a
él, aunque si y mucho a su entorno, ha sido fundamental en mi como
lector de poesía y motor en mi primera juventud, pero dicen de
Tuñón, que en este aspecto era uno de los imbatibles.
9 - ¿Qué,
quién, quiénes escriben en vos?
No quisiera
sonar recurrente, pero diría que es el niño o todo eso que llamo
niño. El portador de cierta memoria, también de una atroz
melancolía, del placer de los sentidos, de lo lúdico, lo onírico,
de la negación de la felicidad.
10 - ¿Vuelven
algunas palabras, algunos temas o algunos climas?
Todo
regresa, todo el tiempo. Las palabras, los temas, los climas. Todo.
Ellos me envuelven desde el principio aunque los paisajes, el
interior y el exterior, cambien con uno. Pero si la poesía es tono,
ritmo e imagen; el tono o la voz interna, no cambia. El ritmo o la
respiración y el latido, tampoco cambian. Y la imagen... Ah la
imagen, eso es otra cosa. La imagen es una trampa formidable para que
creamos que es otro quien escribe. Pero es un camuflaje. Siempre
escribe el mismo, rodeado de lo mismo.
11 - ¿En tu
vida la poesía, como propósito, destino o circunstancia?
Yo soy mi
palabra. Mi palabra es lo que escribo y también lo que no escribo.
En mi palabra está cómo me doy y cómo me niego. Además soy
hombre, pero ese hombre que soy también se hace palabra y a la hora
de la acción, el tiburón de la palabra se devora al hombre.
12 - ¿Qué
quisieras leer mañana, que quisieras releer para siempre?
“Releer
siempre” es para mi “Anábasis” de Perse. Al menos hasta ahora.
Lo comencé a leer antes de los 25 años, tengo 54 y cada vez que lo
abro hay allí un nuevo texto y un nuevo lector. Ambos me siguen
sorprendiendo.
13 - ¿Qué
pensás del romanticismo alemán?
Supongo
que podría haber sobrevivido sin leer a Goethe, a Novalis, a
Heine o a Schiller; pero yo no sería yo sin haber leído a
Hölderlin. Entonces y más allá de la subjetividad de nombres, cosa
caprichosa si las hay, el romanticismo fue algo que debía suceder
inexorablemente. Y sucedió, como luego el modernismo y el
surrealismo después.
14 - ¿El
silencio, la soledad, la transparencia, el orden, adentro, afuera, a
veces, nunca?
El silencio
y la soledad como aliados insustituibles. Amo algunas transparencias,
pero no a todas. No tengo que ver con el orden, no me simpatiza y
además me asusta. Adentro y afuera son, como arriba y abajo, lo
mismo. El a veces, con gusto a poco o a exceso, vale un reino. El
nunca, como el jamás, el nada y el siempre, son las palabras mas
largas del mundo. Estas si me gustan, aunque las bastardeo a cada
paso. Ellas se dejan. Quizá es por eso que me gustan.
15 - ¿Qué fue
lo imposible?
Recobrar lo
nítido de ciertas visiones hoy confusas: Una canoa roja a la deriva
o tal vez, azul. Un jilguero asustado. Las manos de mi abuelo
partiendo el pan. El resplandor de la escarcha camino a la escuela. Y
aquel verano. Aquel verano.
16 - ¿La
poesía es un arma cargada de futuro, pasado, eternidad?
La poesía,
el arte, no pueden cambiar al mundo pero pueden modificar algo en el
hombre. Ya se sabe. En este sentido diría que Gabriel Celaya tenía
razón. Pero personalmente creo que la poesía, si es un arma, está
cargada sólo de pasado y de ahora inmediato. No se qué cosa será
la eternidad, pero –parafraseando a Desnós- “Tengo un profundo
sentido de lo infinito”. Y esto es lo que me hace poeta.
17 - ¿La
poesía es literatura?
Es
literatura porque es lenguaje, pero sólo eso. Ahí comienza y ahí
termina toda su relación. Cuando hablo del niño, estoy hablando de
un estado, un estado lírico, total no parcial, un estado de búsqueda
del espíritu a través del lenguaje, un estado de revuelta que surja
desde la palabra para despertar al hombre salvaje que nos habita, muy
adentro. Ese hombre en cuclillas que nos mira desde el fondo del
arrecife. Un vislumbre en un cuarto cerrado.
18 - ¿Qué
lugar ocupa la poesía Argentina en Latinoamérica y en la
lengua
castellana?
Creo que, lo
que se podría llamar “espíritu de lo europeo”, ha germinado
aquí como en ningún otro sitio del continente. Pero también es
cierto que fuera de las grandes ciudades este “espíritu” se hace
menos evidente. En cuanto a la lengua castellana, quizá por ese
detalle que menciono, la poesía argentina haya cobrado una dimensión
distinta; ni mejor, ni peor, diferente.
19 - ¿Cuáles
poetas argentinos te parece que deberían estar y no están?
Ramponi es
un poeta invisible y pocos merecerían, pienso, un lugar mas alto. De
Lellis, igual, es otro ninguneado inexplicablemente. A Fijman se lo
encerró desde adentro y desde afuera y no se lo deja salir más que
de “recreo”. Romilio Ribero fue un poeta salvaje y desesperado.
Lo arrinconó el olvido. A Porchia cada vez se lo empuja más a la
nada. Viel Temperley es casi un fantasma. María Meleck Vivanco, sólo
un maravilloso recuerdo para sus amigos, pero nada más. En fin. No
sigo.
20 - ¿Alguien
te llevó, o fuiste solo a esa palabra oscura?
Otra vez el
niño... y ciertas lecturas, claro. Ahora pienso en Vallejo, más que
en ningún otro.
21 - Fuera de
la poesía ¿que campo del arte te interesa?
Me interesa
todo el arte porque la poesía forma parte de él, es su hueso. Si
escucho a Charlie Parker, escucho un poema de Charlie Parker. Si
observo una pintura de Francis Bacon, veo un poema de Francis Bacon.
Del mismo modo que si me paro a orillas del río, me conmueve el
inquietante discurso del agua. Para el poeta la poesía está en
todas las cosas. La poesía es dios para el poeta.
22 - ¿La
poesía es una tarea del espíritu o una emanación de la historia?
¿Hay espíritu, hay historia?
Si la poesía
está en todas las cosas, pues, no hay divorcio posible.
23 - ¿Cuál es
la mayor dificultad en la relación existencia-poesía?
La poesía
es una forma de vida, pero existir es sobrevivir. Ahí nace el
espanto.
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