lunes, 20 de febrero de 2017

PALABRA DE POETA



Entrevista a Hugo Toscadaray
por Piero de Vícari

1/ EL POETA Y SU POESÍA

¿Cómo empezó tu relación con la poesía?

Desde que empecé a leer vivía pegado a la colección Robin Hood que me habían comprado completa pero un día a mi padre le regalaron una primera edición de “La calle del agujero en la media” firmada por Tuñón -y como en casa el que se la pasaba leyendo era yo- me la dio sin pensarlo. Era muy chico. No me atrapó en ese momento lo que no comprendía sino cierta música, cierta emoción que me transmitía la unión de las palabras.

¿Cómo es tu momento creativo? ¿Cómo escribís, cuándo escribís? ¿Tenés alguna ceremonia en especial?

En la primera juventud sólo escribía de madrugada. Después no. Escribo cuando me pica la avispa en la frente. Puede ser en cualquier sitio y momento del día. En una época tuve propensión a hacerlo en micros o trenes. Pero ya no hay ritos, sólo respondo al impulso. Practiqué muchas ceremonias, todas fueron inútiles. El poema llega cuando se le antoja, es él quien elige.

¿Tenés alguna organización, disposición, estructuración o ejes temáticos, para conformar un libro y editarlo?

Algunos de mis libros publicados han resultado de un primer envión y si fueron escritos en muy breve tiempo también es verdad que me he tomado varios años para corregirlos. En otros casos, como en el último, he reunido poemas de los últimos años pero sólo se han salvado aquellos pocos en los que siento que hay una misma respiración, un mismo tono o un tema que los convoca.

¿Cuáles son los temas que despiertan tu necesidad de escribir, hay algunos recurrentes?

La transparencia, la luz, el agua, los placeres, el humor, en fin, la voluptuosidad de todo lo que me rodea. También el amor y la muerte son temas recurrentes, aunque ambos son temas de todos.

¿Hay una fórmula para lograr el poema perfecto?

Dejemos las fórmulas para todas las cosas menos para la poesía.


2 / EL POETA Y LA POESÍA:

¿Qué lugar ocupa la poesía hoy, en este nuevo milenio?

El lugar que ocupa una hormiga, no un hormiguero.

¿Qué necesitaría la poesía para llegar a todo el mundo?

Formar parte de todo.

¿Tenés alguna idea potable como para que la poesía pueda ser difundida masivamente o bien ocupe otros ámbitos a los cuáles hoy día no tiene acceso?

La difusión de la poesía es entre poetas, no puede ocupar otros ámbitos porque es ajena al mundo masivo que es esencialmente consumista. Si bien los poetas sostenemos que la poesía está en todas las cosas y además es cierto, debemos reconocer que todas las cosas le son esquivas justamente por lo que antes decía. La consigna de Isidoro Ducasse: “La poesía debe ser hecha por todos y para todos” no es más que un bello sueño de los surrealistas.


3 / EL POETA Y SUS LECTURAS:

¿Qué es lo que buscas cuando abordas un libro de poemas?

Que me sorprenda, que me produzca extrañeza. La conmoción es, para mi, un rasgo fundamental de la poesía.

¿Si tuvieras que nombrar a diez poetas que necesariamente deben estar en la biblioteca de todo buen lector, ¿a quiénes elegirías?

Con 10 me quedo corto pero van los primeros que se me aparecen y sólo del siglo XX (sino sería interminable) Esos que para mi propia biblioteca han sido fundamentales: Saint John Perse, Odisseas Elyttis, Rainer María Rilke, Blaise Cendrars, César Vallejo, René Char, Enrique Molina, Jacques Prevert, Giuseppe Ungaretti, Juan Gelman. Agrego a Tuñón y a Raúl Gustavo Aguirre porque me abrieron puertas insospechadas. El primero desde lo puramente emocional y el segundo desde la posibilidad de pensar la poesía.

¿Un libro de poemas que te haya marcado por algo?

Ya mencioné “La calle del agujero en la media” porque aunque muy pequeño al leerlo despertó en mi cierta conciencia de la emoción vinculada a la palabra. Y “Anábasis” de Perse que es el libro de los poetas o mejor dicho: el poema de todas las cosas. 


4 / EL POETA Y SU RELACIÓN CON EL MUNDO

¿El poeta debe estar comprometido con algo?

Principalmente con la poesía y si lo está en verdad con ella es difícil que no se comprometa con todo lo que lo habita y rodea.

¿Es necesario relacionarte con otros poetas? ¿Para qué?

Claro que sí, para tomar vino y abrazarse. A veces para hablar de poesía. Por lo demás uno escribe solo, lee solo.

En tu entorno habitual (trabajo, familia, amistades, vecindad), ¿se lee poesía, se la cultiva?

En mi entorno hay gran sensibilidad pero no necesariamente podría hablar de que se “cultive” la poesía. Eso sucede sin duda entre mis amigos más cercanos, unos pocos y con Laura Ponce, mi compañera, que también es poeta.

El poeta para los demás ¿es un bicho raro? ¿un creador en su torre de marfil? ¿Un simple trabajador de las palabras?

Podría decir que el poeta es “un laburante de la cultura” como le gustaba decir a Osvaldo Pugliese en su condición de músico, sería bueno decirlo pero mentiría. Creo que el poeta es un náufrago que solo atina a enviar mensajes desesperados en botellas que muy pocas veces tocan un destino.

Hugo Toscadaray: nació en Buenos Aires (Argentina) en 1957. Publicó los libros: Tangopoemas (Ediciones El cañón Oxidado, 1989) ; La isla de la sirena de las escamas de fuego (Colección de poesía Elefante en el bazar, 1995); Naufragario (Editorial Turkestán, 1997) ; Amantes zodiacales (Premio Diario La Nación, 1998); El nadador unánime (Fondo de Cultura Económica, 2004); Los pasajeros de Renca (Ediciones del Viento, 2004); La balada del pájaro tinto (Ediciones del Viento, 2006); Fuego Negro (Editorial Turkestán, 2011); Elogios o las alucinaciones del derrumbe (Editorial Homo Ludens, 2016).


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